¿Los videojuegos nos hacen violentos?

En 2015, la Asociación Americana de Psicología (APA, quien por cierto, hace las citas). Determinó que efectivamente los videojuegos nos hacen violentos. Para ello reclutaron a 77 personas mentalmente sanas que dividió en 2 grupos. Los primeros jugaron Grand Theft Auto V, y la segunda unidad jugó Los Sims 3. Tras un rato de silencio, fueron invitados a jugar otra vez. Los que experimentaron GTA, efectivamente tuvieron alzas en sus niveles de violencia, Depresión, Ansiedad y empatía.

Lo anterior basado en la teoría psicológica del Primado, donde los pensamientos del sujeto se influencian por su entorno. Desde la Comunicación, hay una teoría que recoge esto mismo y es la Semiótica de la Cultura de Yuri Lotman. Este último asegura que la mente humana se ve influenciada por la cultura y viceversa. O sea, si una persona consume violencia en medios de comunicación o tecnologías de la información. Seguramente terminará normalizando al violencia. Pero hablemos a profundidad del tema.

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¿Los videojuegos nos hacen violentos?

La reputación violenta de tal entretenimiento ganó atención mediática desde 1993 con Mortal Kombat. Fue gracias a él, que los videojuegos tienen clasificaciones según el nivel de agresiones visuales o lingüísticas. Esto a raíz de que los padres de familia estadounidenses temieran que sus hijos le hicieran a sus compañeros lo que podían hacer en la isla de Shang Tsung. Desde entonces hay un montón de literatura científica que demuestra las virtudes de jugar videojuegos. Por ejemplo, se registró una mejoría de la creatividad, inteligencia visual/espacial, mejor concentración, mejora en las capacidades de socializar entre otros. A todo esto habría que sumarle que las entregas más recientes permiten apreciar buenas actuaciones, composiciones musicales y tocar temas complejos como sobrellevar un duelo.

Como gota que derramó el vaso tenemos el testimonio de Karmapa Lama, una figura importantísima para el Budismo. Él dijo en 2009 que sus partidas de Call of Duty son tan benéficas para su mente como lo es su meditación. Y reconoce que sujetar ese control le garantiza emociones de alivio, felicidad, tristeza o satisfacción. Aquí tenemos que hacer una pausa, sería muy imprudente creer que un testimonio posea más valor que una investigación científica. Por eso es oportuno señalar que el marzo del 2020, la propia APA rectificó su postura sobre los videojuegos diciendo; “La violencia es un problema social complejo que probablemente se deriva de muchos factores que merecen la atención de los investigadores, los responsables políticos y el público”.

¿Los videojuegos nos hacen violentos?

Aún con esto, madres y padres de familia podrían asustarse luego de ver cómo su hijo reacciona tan violentamente a la frustración de perder. Es por ello que señalaremos que jugar cualquier título sirve para estimular regiones del cerebro que otras actividades no podrían. Vamos, cambia la química del cerebro como ciertas drogas sintéticas, o incluso una taza de café. De ahí que la adicción a los mismos sea bastante más perjudicial que benéfico. Incluso si el jugador no desarrolla adicción, indudablemente se sumergirá en comunidades donde puede haber gente peligrosa. Como muestra de ello está el odio masivo que pueden emprender los fans, pero no es algo exclusivo de esta industria.

Sabiendo pues, que los juegos en sí mismos no son precisamente dañinos, quisiera terminar con la observación de Feggy Ostrosky Shejet, quien es profesora de la UNAM. La mayoría de los videojugadores son adolescentes quienes están viviendo cambios sustanciales en su desarrollo. Una adicción, no importa a qué, puede causar que se pierda de estas cualidades, sobre todo las de interacción con los demás. Y ser una persona que no encaja en ningún círculo social sí puede causar un sentimiento de rechazo hacia su entorno y él mismo.

¿Los videojuegos nos hacen violentos?

Con evidencia en mano. Desde La Repepena Informa creemos que los videojuegos son como un parque para los niños. Indudablemente se divertirán ahí, es cierto, pero mandarlos sólos es una locura. Los padres tienen que estar presentes no sólo para monitorear que los títulos que juegan sean acordes a sus edades, también para formar vínculos únicos que jamás podrán olvidarse. Todos los que jugamos de chicos quisimos que nuestros padres nos acompañaran, por eso nos enterneció mucho ver a JulioProfe emprender su carrera como streamer.

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