¿Quién infla las llantas del Batimóvil?

Durante 1986, DC Cómics trabajó con Stephen King, (quien ese entonces era disfrutable). La idea es que él escribiera un ensayo que sirviera como prólogo para el que sería el cómic más vendido. Claramente, la empresa pensó que él optaría por Superman, pero no fue así. El literato se dejó llevar por el Hombre Murciélago y sembró la pregunta “¿Quién infla las llantas del Batimóvil?”. Parece que no tiene conexión, pero ese texto explica porque la interpretación de Pattinson fue tan genial.

Al final de su ensayo, King nos recuerda que tanto Batman, como Superman. No son más que personajes de ficción que lucharán e incluso morirán para entretenernos. Sorprendernos, nos harán creer que existirá un mejor mañana. ¡Estamos conscientes de ello! Por eso es que vamos a Sanborns y tomamos el cómic más grueso que podamos encontrar. Lo que no sospechábamos, es que nosotros mismos estamos inspirando las aventuras de estos encapuchados…

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¿Quién infla las llantas del Batimóvil?

Estos personajes tan viejos se han convertido en un reflejo de nuestra propia realidad. A principios de milenio, el estadounidense promedio sintió que su gran nación le había fallado al Destino Manifiesto. Ya no eran los más fuertes, sus ciudades más grandes podrían reducirse a escombros. La propaganda militar infló tanto la figura del soldado, que se volvió en la aspiración de los más jóvenes. Justo eso fue lo que Nolan le dio a las audiencias, un sujeto táctico alguien que consiguió la justicia a puñetazos. Como fuere, la destreza de su murciélago es demasiado limpia, nunca falla, todo lo que hace es noble. Únicamente habla para esparcir sabiduría, ¡Vamos! Resulta indistinto de la Virgen María.

2 décadas más tarde, vivimos en un mundo que está harto. La juventud no sólo está en condiciones de votar, también es la generación más informada de la historia. Estas redes sociales han plasmado en tiempo real como los líderes políticos. O se contradicen, o militan en la corriente ideológica que les convenga. Justo como un adolescente que está viviendo sus etapas de manera dramática y te recuerda que siempre ha sido así. Justamente el Batman de este marzo es un reflejo de todo eso. Una juventud harta de mentiras, enlutecida por una pandemia, con ganas de defender a su barrio de los asaltantes.

“Yo soy la Venganza”.

Empecemos por lo más obvio. Pattinson tenía la enorme tarea de, si no podía superar a sus predecesores, debía ofrecer algo distinto. Tal escenario es el que nos explica porqué no se toma la molestia de ser un millonario hipócrita, mujeriego, etc. Sino que es enteramente un adulto joven que está frustrado, molesto y sólo conoce la violencia como respuesta. De hecho ni siquiera se molestó en esclarecer la razón de su marca. Recuerden que en su primera escena se presenta como La Venganza, que es lo único que anda buscando.

Incluso las tomas están en complicidad con él, ya que no son cortadas para no evidenciar su torpeza física. Ocurre justo lo contrario, la cámara jamás parpadea, baila o desenfoca, nos permite ver su brutalidad en alta definición. La luz, como dicen los memes, no lo consciente, porque ni siquiera es lo más importante. Nuestros ojos no encuentran más que oscuridad ¡Pero en eso está la gracia! Ninguna sombra está completamente oscura sino que hay varios matices.

Queda claro con tal sólo 20 minutos de filme que el terror cimenta este personaje. Nosotros como espectadores sabemos qué es lo que viene y de qué es capaz. Por eso no estamos asustados cuando se hace de noche. He de confesar que confundí al protagonista con el antagonista varias veces. Esto no fue por el doblaje, sino que me parecieron idénticos. Ambos son hombres frustrados dispuestos a sacrificarlo todo por cumplir su objetivo. Tanto Batman como el Acertijo, creen que están purgando a la ciudad con su lucha. Para colmo, llega un momento en que los dos combaten el legado de la familia Wayne.

Entonces… ¿Buena película?

Usualmente una película es calificada por su solidez narrativa, lo intrigante de sus misterios. Lo verosímil de las actuaciones, o lo emocionante de su acción. Pero creo que la razón de que este Batman sea el favorito tanto de la crítica especializada como de la audiencia. Es lo terrenal que se sintió. La audiencia sintió que podría ver a este Caballero de la Noche en una marcha que exige derechos. Rescatando a una persona vulnerable de un radical violento o perdiendo noches enteras en una fiscalía.

La historia no ocurre en México, pero esa corrupción se sintió familiar. Esos gobernantes mentirosos se sintieron como mis tíos, los extremistas del Acertijo se sintieron como mis vecinos ruidosos. Aquel genio que en lugar de enderezar el sistema, decidió bombardearlo, se sintió como una noticia ordinaria. Incluso podría decir que alguna vez estuve en ese antro que dirigía el Pingüino. Si bien los artistas se esmeraron en introducirme en un mundo nuevo, sentí que nunca salí de casa. Verás, al final, una ficción no tiene la obligación de emular a la realidad. No nos interesa quien infla las llantas del Batimóvil, pero es muy interesante como nos vemos reflejados ahí.

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