El rey solitario: Ensayo

Existe una situación dentro del juego del Ajedrez conocido como el Rey Solitario. Pasa que en las versiones más antiguas del juego, un Rey solo podía enfrentarse a las posibilidades y salir victorioso. Situación que ya no es posible en versiones modernas del juego. Ahora, esta pieza sobreviviente únicamente compite por el empate o la derrota.

Pero el Rey con el que nos encontramos aquí no se encuentra solo. Tiene con él una cuadrilla formada por un paje, un chambelán, un príncipe y tal vez más importante, un caballero. El “rey” del que hablo se trata de Gary King. Quien es protagonista de la película “Una noche en el fin del mundo”, dirigida por el conocido Edgar Wright en el año 2013.

No se equivoquen, esta no es una historia acerca de actos heroicos. Nuestro intrépido protagonista dejó al mundo en un peor estado que antes de su aventura. Deterioró la vida de todos sus amigos y todo aquél con el que llego a tener contacto. Todo a raíz de una insuperada adicción que daño todas sus relaciones personales. Aún con esto, ellos decidieron seguirlo hasta el fin del mundo, no podemos culpar únicamente al rey por sus acciones. Él no estaba solo cuando finalmente gano, condenando al mundo entero.

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El rey solitario.

Referencia 1 Gary King y sus alcahuetes

Gary empieza su historia recontando las aventuras de su juventud donde participan sus viejos amigos. Oliver Chamberlain, Peter Page, Steven Prince y Andrew Knightley, acerca de cómo se enfrentaron a la “Milla Dorada”. Un recorrido de doce bares en donde consumían una cerveza en cada uno a lo largo de una noche. El último comparte el nombre con la película “El fin del mundo”.

Dichos recuerdos no ocurren entre sus amigos. Sino que el rey se encuentra rodeado en un centro de rehabilitación. Incapaz de recibir la ayuda que requiere, porque en ese grupo de apoyo no se encuentra el apoyo que desea. Así que va en búsqueda de sus colegas de antaño. Pese a que todos dudan, lo siguen hasta el amargo fin del mundo. Todo en medio de lo que parece ser una invasión alienígena que ha remplazado a todos los habitantes del pueblo. Al reencontrarse, los protagonistas luchan en contra de las posibilidades alcanzando la victoria, porque Gary King, era incapaz de detenerse.

Referencia 2 El fin del Mundo

El rey solitario… ¿Puede ganar?

Y fue ahí donde el personaje de Simon Pegg se enfrentó a La Red. Un ser intergaláctico que demandaba la perfección. Cosa que lógicamente iba en contra de nuestro rey, se trata de alguien destinado a rechazar esa mejoría obligatoria. Rápidamente, el protagonista manda de regreso al contrario quien causó un daño particular en el planeta. La victoria se vió manchada, pero una victoria, aun así.

Siempre sentí una conexión especial con esta película. Como alguien que se ha enfrentado a la adicción del alcohol no podía evitar el admirar a Gary King. Creía que podría ser como el, un líder intrépido, siempre ebrio y divertido. Guiando a sus allegados durante las eternas noches citadinas. Luego me convertí en el protagonista. Recordé la trayectoria de King, especialmente como el mundo empeoró por su adicción. La única forma en que podía dejarlo era deteriorando la vida de cualquier persona dispuesta a acercarse a él. Tal idea, se convirtió en una advertencia que había ignorado hasta que mi propio mundo empeoró como en el filme.

Referencia 3 La red.

¿En qué terminó la obsesión?

Y ahora que todo eso terminó, he visto esta película dos veces más, con amigos. Fue así como me percaté en el tiempo que dediqué pensando en ello. Me había obsesionado muy egoístamente con la idea de Gary King, y había ignorado a sus amigos. Imaginando que no había hecho más que dañarlos, como si se trataran de notas narrativas adheridas a él. Y no personajes desarrollados los cuales eligieron seguirlo hasta el fin del mundo bajo su propia narrativa personal. Les había restado importancia porque era incapaz de ver más allá de mi perspectiva personal.

Este protagonista no estaba solo cuando alcanzo su victoria, no era un rey solitario. Sus amigos lucharon con él pese a sus debilidades, incluso si eso los ponía en desventaja. Nunca dejaron su lado, porque eran muchísimo más valientes de lo que alguna vez les di crédito. Así vencieron a la red y le otorgaron a su rey la victoria que necesitaba. Quizás sea egoísta no reconocer su rol dentro de la victoria en una noche en el fin del mundo. Porque no importa el daño que parezcan recibir, no le guardan ningún rencor a su Rey al final de la historia.

Porque errar puede ser humano, pero el perdonar es divino.

Referencia 4 To err is human, to forgive is divine

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