¿Por qué Inside Job es buenísima?

Durante la última semana de octubre, Netflix estrenó una serie de animación que me fascinó. Tenemos una comedia negra, fuertemente nerd donde todas las teorías de conspiración son reales. Se trata de una empresa llamada Cognito Inc, quien se encarga del Estado Profundo. Esto último es una teoría de conspiración en la que existe un “gobierno de las sombras”. Mismos quienes manipulan la realidad como la conocemos (como si los superricos públicos no lo hicieran ya). La pregunta debía hacerse ¿Por qué Inside Job es buenísima?.

La serie se basa en las aventuras de una neurótica Reagan Ridley (vocalizada por Lizzy Kaplan). Cuyo equipo se encarga de manipular las noticias de todo Estados Unidos. Otros desarrollan tecnología militar, espiar a la ciudadanía o provocarles daño cerebral de ser necesario. Hay reptilianos (llamados “reptoides”), hongos parlantes, terraplanistas, robots genocidas y demás. Incluso se burlan del cerebro putrefacto de JFK. No obstante, usa unos recursos narrativos que podrían ser considerados defectos en lugar de virtudes, atentos:

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¿Por qué Inside Job es buenísima?

Shion Elena Takeuchi (sí, es mujer) y Alex Hirsch (productor de Gravity Falls). Cocinaron esta serie donde se burlan de todas las teorías de conspiración. No sólo consiguen burlarse de estas comunidades de desinformación, sino que aprovechan la sátira muy bien. Ya que repasan las fechorías más infelices que ha cometido el gobierno de los Estados Unidos. Además de sencillamente burlarse, precisamente de la manipulación de las redes sociales. ¡Vamos! Incluso se burlan de los hábitos de consumo de los propios contratantes de Netflix.

El guion es histérico, a veces los chistes tienen premisas bien cimentadas que terminan en notas altas. Otras veces es más humor “de pastelazo”, pero siempre se mantendrá a un ritmo vertiginoso. Toda la gracia recae en los hombros de la actuación de Caplan quien grita como histérica todo el tiempo. Su “delivery” (forma en cómo se pronuncian las palabras) de groserías es incomparable. A pesar de lo vulgar que pueden ser sus personajes, el humor es “Intelectual”. Ya que tiene como requisito que la audiencia tenga ciertas lecturas.

No sólo llueven las referencias a la cultura popular como “Terminator”, “Akira”, “Carrie”, “It”. Además de los podcast de Joe Rogan. También es necesario conocer datos de la vida política estadounidense como la jueza Judy. Esto últmo fue la razón por la que me hizo reír, pero hacer esto delimita la población que podría entender los chistes. Como fuere, me pareció de 10. Ya está confirmada una segunda temporada, así que toca esperar hasta nuevo aviso. Si tienes un rato libre, dale una oportunidad. Especialmente si ya leíste todas esas locuras de la tierra plana, el clon de Avril Lavigne y otros.

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