El problema de las vacas pedorras...

El título no es clickbait, te lo juro. No se trata de demonizar al animal, pero tenemos un problema con las vacas pedorras. Ya que, al pastar, ciertas bacterias en el estómago de las vacas producen gas metano. Cada una puede emitir hasta 120 kilos al año. Dicho gas consta de una molécula de carbono rodeada de 4 de hidrógeno, es más tóxico que el CO2. Para variar, retiene el calor con más eficacia que este último.

Tales cifras son más alarmantes cuando te enteras que, tan sólo en México hay 34 millones de reses. Es aquí donde ocurre algo bien curioso, Octavio Alonso Castelán Ortega, un investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, descubrió que los bovinos de Yucatán emiten apenas 40 kilogramos en un año. Semejante diferencia es producto de la alimentación que recibe el ganado. Así que fue al Simposio Internacional sobre Nutrición de Herbívoros en Vermont, Francia. Donde puntualizó en lo necesario que es cambiar la dieta de los vacunos, ahí consiguió a un aliado improbable; Burguer King.

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Posibles soluciones para las vacas pedorras.

En Australia usan una alga marina llamada “Future Feed”. Misma que reduce en un 90% las emisiones de Gas de Efecto Invernadero (GEI). Pero resulta insuficiente para alimentar a todo el ganado del mundo. Castelán descubrió pues, que ese aditivo contiene taninos hidrolizables, taninos condensados, flavonoides y aceites esenciales. Todo esto puede encontrarse en la Flor de Cosmos, también llamada Mirasol… La cosa, es que sólo tiene un 16% de eficacia, además, podría resultar tóxico.

Una solución a largo plazo apareció en Dinamarca, donde los ganaderos sólo reproducen a las vacas menos pedorras. El problema, además de producir menos GEI, estas reses también flaquean en términos de leche, por lo que las hace menos rentables. También está la opción de estos investigadores vietnamitas, quienes propusieron sembrar un biocarbón en los pastizales, de esta forma, el PH del suelo cambiaría y con ello, alteraría las bacterias causantes del metano. Sin embargo, la propia investigación sugiere que los resultados son todavía confusos. Es aquí donde nos hacemos la pregunta ¿Quién podrá defendernos?

LAS OPCIONES.

DEJAR DE COMER CARNE: Esta opción está descartada porque hay 800 millones de personas en hambruna, así que no es lo más brillante.
CREAR UN ADITIVO ALIMENTICIO DE LA MIRASOL: Si pudiéramos quitar la toxicidad de esta flor, sin duda tendríamos un problema menos en el país.
IMPLEMENTAR INSECTOS EN LA DIETA: Aunque no lo parezca, muchas investigaciones apoyadas por la ONU sugieren que, si queremos evitar el hambre, tendremos que empezar a comer gusanos e insectos. Marigel ya lo hizo en su visita a Oaxaca, puedes ver el video ahora mismo.
CONSUMIR CARNE DE CULTIVO: En un futuro, habrá un montón de astronautas colonizando el espacio. Y como no pueden llevarse recipientes plásticos consigo, algunas empresas del primer mundo están haciendo carne… Artificial. Lo que hacen es tomar un corte y, digamos que lo clonan. Este laboratorio, por ejemplo, modificó una planta de cebada para que, en vez de producir lo anterior, florezca en carne ¡Loquísimo!
APROVECHAR EL METANO: No resuelve la situación, pero hemos estado dejando que un combustóleo se nos diluya en el aire ¿Por qué no mejor usarlo?

Una vez más, no es por demonizar al animal, de hecho las mayores emisiones de metano tienen otras explicaciones. La actividad volcánica, la torpeza de PEMEX, entre otros. Pero si tuviésemos la oportunidad de controlar al menos una fuente de emisión, sería cool reprimirla…

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